Ya sea que su embarazo progrese con normalidad o si existen inquietudes, su obstetra puede recomendar algunas de las siguientes pruebas.
Examen de ultrasonido
Uno de los objetivos principales de esta ecografía es comprobar si su bebé tiene anomalías físicas. Su proveedor de atención médica observará de cerca la anatomía básica de su bebé, incluida la cabeza, el cuello, el pecho, el corazón, la columna vertebral, el estómago, los riñones, la vejiga, los brazos, las piernas y el cordón umbilical para asegurarse de que se desarrollen correctamente. Es mejor que esta ecografía se realice después de las 18 semanas de gestación para optimizar la capacidad de buscar posibles anomalías. Sin embargo, las ecografías a veces se pueden realizar antes si existe algún motivo de preocupación basado en antecedentes familiares, afecciones médicas de la madre o cualquier prueba o detección del primer trimestre.
El ultrasonido de su bebé debe ser realizado por un ecografista capacitado y leído por un radiólogo, obstetra o especialista en medicina materno-fetal. Si se sospecha algún problema, es posible que lo deriven para un ultrasonido más detallado que será interpretado por un radiólogo, un especialista en medicina materno-fetal o un cardiólogo pediatra.
Las ecografías realizadas en clínicas hospitalarias tienen una mayor tasa de detección de anomalías (hasta un 80%). Las ecografías realizadas en oficinas con personal menos experimentado o equipos menos óptimos pueden tener tasas de detección mucho más bajas. Por lo tanto, es preferible que su ultrasonido se realice en una práctica acreditada por el Colegio Americano de Radiología o el Instituto Americano de Ultrasonido en Medicina.
Prueba sin estrés
Una prueba en reposo monitorea electrónicamente la frecuencia cardíaca y los movimientos del feto. En esta prueba, se coloca un cinturón alrededor de su abdomen. Se llama prueba «sin estrés» porque los medicamentos no se usan para estimular el movimiento del feto ni para desencadenar las contracciones del útero.
Prueba de estrés por contracción
Una prueba de esfuerzo por contracciones es otro medio de verificar la frecuencia cardíaca del feto, pero esta vez se mide y registra en respuesta a las contracciones leves del útero que se inducen durante la prueba. Por ejemplo, se puede utilizar una infusión de la hormona oxitocina para provocar estas contracciones. Al monitorear la frecuencia cardíaca de su bebé durante las contracciones, su médico puede determinar cómo reaccionará su bebé a las contracciones durante el parto real; Si su bebé no responde favorablemente durante estas contracciones, el parto de su bebé (quizás por cesárea) podría programarse antes de su fecha de parto.
Perfil biofísico
Un perfil biofísico utiliza tanto una prueba en reposo como una ecografía. Evalúa el movimiento y la respiración del feto, así como el volumen de líquido amniótico. Se otorgan puntajes para cada componente del perfil, y el puntaje colectivo ayudará a determinar si existe la necesidad de una entrega anticipada.
Pruebas de cribado
Su médico puede recomendarle otras pruebas de detección. Por ejemplo:
El examen de glucosa puede detectar niveles altos de azúcar en sangre, lo que podría ser un indicio de diabetes gestacional, una forma de diabetes que puede desarrollarse durante el embarazo. Para realizar la prueba, que generalmente se realiza entre la semana veinticuatro y veintiocho de embarazo, se le pedirá que beba una solución de azúcar y luego se tomará una muestra de su sangre. Si hay un alto nivel de glucosa (un tipo de azúcar que se usa para generar energía) en la sangre, se deben realizar pruebas adicionales. Esto determinará si tiene diabetes gestacional, que se asocia con una mayor probabilidad de complicaciones del embarazo.
Examen de detección de estreptococo del grupo B (GBS), que determinará si hay un tipo de bacteria presente que pueda causar una infección grave (como meningitis o una infección de la sangre) en su bebé. Si bien las bacterias GBS son comunes y se pueden encontrar en la vagina o el recto de la madre, y son inofensivas en adultos sanos, pueden causar enfermedades si se transmiten a un recién nacido durante el parto. Si se detecta GBS en una mujer embarazada, el médico le recetará antibióticos que se administrarán a través de una vena (por vía intravenosa) durante el proceso de parto; una vez que nace el bebé, es posible que se le observe durante más tiempo en la sala de recién nacidos del hospital. La prueba de detección de GBS generalmente se administra entre la trigésima quinta y la trigésimo séptima semana de embarazo.
La prueba del VIH (o del virus de la inmunodeficiencia humana) ahora se realiza comúnmente en mujeres embarazadas, preferiblemente al principio de su embarazo. El VIH es el virus que causa el SIDA, y cuando una mujer embarazada se infecta con el virus, se puede transmitir a su bebé durante el embarazo, el parto o durante la lactancia.
Otros Exámenes
Se pueden recomendar otras pruebas, dependiendo de su propia salud física y antecedentes personales y familiares. Por ejemplo, en particular para las mujeres con antecedentes familiares de problemas genéticos o para aquellas que tienen treinta y cinco años o más, su obstetra puede recomendar pruebas que puedan detectar trastornos genéticos. Las pruebas genéticas más comunes son la amniocentesis y la muestra de vellosidades coriónicas.
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